Posted at lunes, 25 de febrero de 2008
Muchos lugares, muchos rostros que recordar y quizás admirar.
Pero espera un segundo.
De todos esos, ¿cuantos puedes mencionar?
Si la mitad de ellos te hizo mal y el otro tanto ni siquiera
se ha dado cuenta que aquí estás.
Eres dulce y tenaz, pero atrevida y sensual,
y apuesto lo que quieras, a que ellos lo han dejado pasar.
Muchos lugares, muchos rostros que recordar y quizás admirar.
Pero de todos esos ¿a cuantos no olvidarás jamás?
Dos ó tres, cuatro tal vez.
Porque el resto te hizo desconfiar y te terminó de decepcionar.
Por eso aquí no hay nada que admirar, esa es la verdad.
Pasó tanta gente por delante que nadie nunca me vio,
ahora déjenme pasar que sólo quiero gritar.
He estado esperando ha que vengan por mi,
he estado pensando que en realidad no saben que estoy aquí.
Pero que caso tiene, si siempre he sabido muy bien como esconder la pena frente a todos los demás.
Supe construir un escudo que me defienda de los que me hacen daño sin pensar,
y perdóname, que yo no te perdonaré,
porque no te has dado el tiempo para acercarte cuando me haz sentido gritar.
Escrito por Paula Cebrero
14:52